El próximo 21 de septiembre se celebra el día mundial del Alzheimer.
Esta patología afecta a 40 millones de personas en todo el mundo, pero se estima un crecimiento exponencial debido al envejecimiento de la población. Duplicándose cada 5 años.
Aunque aún se desconocen las causas del desarrollo de esta enfermedad, siendo un 5% por factores hereditarios en menores de 65 años. Lo que está claro es que su crecimiento se puede frenar atendiendo a aquellos factores de riesgo que están directamente relacionados con la alimentación y el estilo de vida.
Las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión o enfermedad cardiaca se relacionan con el deterioro cognitivo, ya que el aporte de oxígeno al cerebro puede verse comprometido. Lo mismo para la enfermedad cerebrovascular (ictus) muy relacionada con la salud del corazón y los vasos sanguíneos.
El colesterol alto, también afecta a la salud de nuestro cerebro. Siendo un factor de protección el consumo de grasas saludables.
La obesidad, siendo por sí misma un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular, también está relacionada con el desarrollo de la Enfermedad de Alzheimer, puesto que induce a un estado inflamatorio crónico a través de la secrección de interleuquinas, resistencia a la insulina, y los ya mencionados riesgos cardiovasculares relacionados con el deterioro cognitivo.
La diabetes tipo 2 duplica el riesgo de padecer demencia. Aumentando a su vez el riesgo de producir infartos.
A pesar de que aún no se conoce bien esta enfermedad lo que parece claro es que cuidar nuestra salud cardiovascular y enfermedades relacionadas puede retrasar su aparición temprana.
Una alimentación rica en nutrientes, antioxidantes y grasas saludables junto con la actividad física es el mejor factor de protección frente a la demencia, ya que disminuye significativamente el riesgo de padecer obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
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